¿Para que usamos la tecnología?
Descubre cómo la tecnología aplicada en la fisioterapia de Clínica El Manantial mejora tu bienestar y acelera tu recuperación.
La tecnología ha revolucionado el campo de la fisioterapia, brindando nuevas herramientas y métodos para mejorar la atención y el tratamiento de los pacientes. Desde dispositivos de biofeedback y realidad virtual hasta aplicaciones móviles y sensores inteligentes, la tecnología aplicada en fisioterapia ha permitido personalizar los programas de rehabilitación, monitorear el progreso de los pacientes en tiempo real y ofrecer terapias más efectivas y eficientes. Estas innovaciones tecnológicas han ampliado las posibilidades de tratamiento, mejorando la calidad de vida de las personas que requieren rehabilitación física.
Estimulador ITO ES-160 Ryodoraku
Electroestimulador preciso y fiable. Se utiliza en tratamientos de neuromodulación.
Con la corriente eléctrica que circula entre el polo positivo y negativo, podemos conseguir diferentes efectos:
- Un efecto analgésico y antiinflamatorio del que se benefician nuestros pacientes.
- Efecto de la potenciación muscular, en casos de debilidad muscular.
Symphium-One Plus
Equipo médico con CE dado de alta en el portal de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
El sistema Método C.R.I (capacitivo, resistivo, Ions-Resonance): corriente bipolar resistiva, cuya función principal es ayudar a la protección, tonificación y regeneración vascular coadyuvante, para conseguir una reabsorción y un drenaje fisiológico de amplia eficacia terapéutica.
Su función es la de estimular un incremento térmico en todos los tejidos tanto en superficie como en profundidad. Produciendo un incremento térmico en todos los tejidos, regeneración, compactación y recuperación de las partes más inflamadas, poco vascularizadas y edematizadas, con un rendimiento de recuperación y una eficacia demostrada.
Biofeedback
El biofeedback es una herramienta que utilizamos durante las sesiones de fisioterapia uroginecológica, a través de la cual, medimos la actividad de la musculatura de suelo pélvico. Esta, se traduce en una gráfica, que permite al paciente ser más consciente y mejorar la calidad de la contracción muscular, al mismo tiempo que el terapeuta puede controlar la fuerza que se está ejerciendo y valorar la evolución.
Su uso se realiza a través de una sonda vaginal, de uso individual, que el paciente utiliza durante la duración del tratamiento.